Sí,
sobre la sangre que cada mes sale fluyendo de nosotras, las mujeres.
Y
sobre las campañas publicitarias de compresas y tampones.
Han
sido tantos, los años escuchando que me traerían frescura, me
verían ver la vida en positivo, me harían sentir confianza y
libertad, pero hasta hace poco no me había llegado por completo el
peso de estas palabras.
"desde
que la uso fina y segura, no se mueve, no traspasa y me siento
limpia, cómoda y libre..." ¿Significa que si no la uso,
soy sucia, incómoda y prisionera ?
Claro,
porque ponerte “protección” te hace más feliz. Ponerte una
compresa es algo mágico. Te hace sentir "muy segura, muy
mujer". ¿Entonces si no la uso, me sentiré insegura, y no
seré una mujer “de verdad”?
Claro,
porque si llevamos ropa blanca, como las mujeres en los anuncios, nos
sentiremos más “puras”, no oleremos mal, seremos frescas y
libres!
Además
tienen que ser lo más “pequeño, ligero y cómodo de llevar” (a
menudo en un bolso ridículo donde sólo caben unas llaves y una
compresa), porque mejor esconderlo. ¿Esconder el qué? Que tengo
sangre saliendo de mi cuerpo? Que soy una mujer en edad de tener
hijas e hijos? Que utilizo compresas y tampones (objetos no
considerados como objetos de primera necesidad y tasados al máximo),
lo que puede llevarme a introducirme algo en la vagina?
¡Pero
espera! En junio 2016, por fin salió « el anuncio que cambia
las reglas del juego », jajaja que divertido juego de palabras.
Porque
es el « anuncio
de compresas y tampones que empodera a la mujer »,
que « revoluciona
la red »,
el
único anuncio de compresas que sí gusta a las mujeres,
ya que por fin « una
marca de compresas se 'atreve' a mostrar sangre real »….
Por
fin, se ve sangre.... sí, pero no es sangre menstrual. Y el anuncio
acaba con un contundente: « Live fearless,
don't let your period stop you. » (Viva sin miedo, no dejes
tu menstruación pararte). Ah, sí, es verdad, cuando tengo la regla,
tengo miedo y me paro, no puedo vivir. De hecho no puedo hacer nada:
no puedo bailar, no puedo trabajar, no puedo llevar mi hija y mi hijo
al cole, no puedo cocinar, ni hacer la compra, ni irme en bici, o
irme de excursión. Vaya...no puedo hacer nada. Cuando tengo la
regla, creo que soy algo inútil.
¿Cómo
nos conformamos tanto sin oponernos ? Sé que esto es válido
para mil otros ámbitos, pero lo diré mil veces más entonces.
Vigilemos las palabras que escuchamos, que integramos,
que acabamos usando. Pongámonos
de pie, siempre, para concienciar, hacer visible, mirar con sentido
crítico, para reinventar, y sobre todo: para reinventarnos.
p.d. gracias a Tanja y Olivier por haberme hecho descubrir "L'Origine du Monde", de la genial escritora Liv Strömquist.
p.d. gracias a Tanja y Olivier por haberme hecho descubrir "L'Origine du Monde", de la genial escritora Liv Strömquist.
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